Es curioso cómo, con el paso de los siglos, el imaginario colectivo transforma los mitos y desplaza los tradicionales significados de ciertas palabras. Cuando, en una de nuestras correcciones, encontré la palabra orco, descubrí que mi único referente para el término eran los míticos monstruos que J. R. R. Tolkien popularizó con la creación de su extensa y excelsa cosmogonía plasmada en sus obras literarias.