Es curioso cómo, con el paso de los siglos, el imaginario colectivo transforma los mitos y desplaza los tradicionales significados de ciertas palabras. Cuando, en una de nuestras correcciones, encontré la palabra orco, descubrí que mi único referente para el término eran los míticos monstruos que J. R. R. Tolkien popularizó con la creación de su extensa y excelsa cosmogonía plasmada en sus obras literarias. Continuar leyendo...

El bonito palabro que hemos encontrado esta vez durante la corrección de un texto posee una connotación eminentemente fálica. Se trata del término detumescencia, cuya primera acepción del DRAE define como ‘Disminución de una hinchazón’. No obstante, el contexto en que hemos encontrado esta palabra tan sonora remite a la segunda de las acepciones del término: ‘Disminución del tamaño del pene tras una erección’. De este modo, ya no podemos decir que no contamos con una palabra que defina perfectamente esta realidad, además con sencillez, concreción y cierta belleza. Continuar leyendo...