Hoy trasladamos al blog una confusión que va más allá de un simple error tipográfico. Hablamos de escribir sin hache la palabra halógeno, una errata que hemos detectado en una de nuestras últimas correcciones de textos.
Aunque comerse una hache pueda parecer un descuido sin importancia, no lo es tanto cuando la palabra resultante tiene también significado, y muy alejado del de la palabra que queríamos utilizar. Mientras que entendemos comúnmente que un halógeno es una bombilla que contiene algún elemento químico halógeno (flúor, cloro, bromo, etcétera) que le permite producir luz, un alógeno, sin hache, significa, según el DRAE: ‘Dicho de una persona: extranjera o de otra raza, en contraposición con los naturales de un país’.
Desde luego, la frase: «Me pusieron un halógeno delante de los ojos que me deslumbró», cambia mucho con hache o sin hache…