Existen palabras que, por su similitud, provocan frecuentes equivocaciones. Este es el caso de el uso de enjuagarse en lugar de enjugarse, se trata de un ejemplo extraído de una de nuestras últimas correcciones de textos. En esta ocasión, el autor utilizó el verbo enjuagar para que su personaje se secara el sudor. Se trata de un uso incorrecto del verbo.
Ferino
Después del ajetreo que supone para los correctores de textos el advenimiento de las celebraciones del Día del Libro, vuelvo a la carga con uno de mis adjetivos favoritos: ferino. Utilizado habitualmente como sinónimo de feroz, significa según el DRAE: ‘perteneciente o relativo a la fiera’, y también: ‘que tiene las propiedades de la fiera’.
Geminado
Esta semana os queremos poner un ejemplo de cuánto daño hacen a los escritores algunas aplicaciones que ofrecen sinónimos para facilitar el proceso de escritura de una novela.
Deletéreo
Hoy os traigo una de mis palabras favoritas, que por casualidad ha aparecido mientras corregía un texto: deletéreo. Se trata, como muchas otras palabras que tienen gran carga musical, de una palabra derivada del griego. Según el DRAE, deletéreo es un adjetivo que significa ‘mortífero, venenoso’.
Conurbación
Esta puede ser una de las palabras más raras que hayamos visto mientras desarrollamos nuestra labor de correctores de textos.
Origami
En los últimos años estamos asistiendo a la irrupción de incontables términos de procedencia angloparlante en nuestro lenguaje cotidiano, sobre todo en el ámbito científico-tecnológico y en el comercial. Un apunte para correctores de textos: estas palabras, hasta que no sean aceptadas por la RAE, deben consignarse en letra cursiva en cualquier texto que corrijamos.
Perfunctorio
Esta vez nuestro bonito palabro no proviene de una corrección de texto que hayamos llevado a cabo, sino que ha sido extraído de la obra El secreto de la modelo extraviada del escritor Eduardo Mendoza.
Orate
Otro bonito palabro para la colección. Los correctores de textos no conocemos absolutamente todas las palabras que existen (aunque se intenta, se intenta) y este es un claro ejemplo de ello.
Ortotipografía: las comillas de seguimiento
Existe un uso ortotipográfico que puede resultar confuso para los correctores de textos noveles e incluso hacer dudar a los experimentados, dada la poca frecuencia con la que nos encontramos ante él. Se trata del uso de las comillas de seguimiento o comillas de seguir.
Brocardo
Hace poco nos llegó la duda de uno de nuestros correctores de textos acerca del significado de una palabra: brocardo. Cuando la escuché, me pareció malsonante, por analogía con algunas palabras que utilizan el sufijo -ardo para conformar un aumentativo apreciativo que, a veces, tiene un sentido despectivo, como en el caso de mozardo (‘mozo robusto’) o bigardo (‘persona muy grande’).